Impuestos y regalías del proyecto minero Quebradona ¿De qué habla Anglogold Ashanti?

Especiales Investigación

Por: Alvaro Pardo

Economista, especialista en derecho minero-energético y derecho constitucional. Ex director técnico de minas del MME.


Sobredimensionar las reservas probables/probadas de minerales en un proyecto extractivo y sobrevalorar los ingresos por impuestos y regalías que se generarían a favor del Estado por su explotación, hacen parte de las estrategias de las compañías del sector para presionar al alza la cotización de sus acciones en las bolsas de valores, lograr el respaldo irrestricto de los gobiernos y ganar simpatías entre comunidades, cada vez más opuestas al desarrollo de la minería en sus territorios.

Este ha sido el común denominador observado entre empresas y gremios que impulsan, por ejemplo, el desarrollo de crudos no convencionales mediante la técnica del fracking en el Magdalena Medio, la compañía AngloGold Ashanti en su proyecto Quebradona en Jericó/Támesis (Antioquia), y la empresa árabe MINESA S.A., cuyo proyecto minero SOTO NORTE amenaza el suministro del agua para más de 2,5 millones de personas de Bucaramanga y sus alrededores.

AngloGold Ashanti (AGA), repite hasta el cansancio que su proyecto de cobre en los municipios de Jericó y Támesis dejaría ingresos al Estado por $250.000 millones de pesos al año por impuesto de renta y una regalías proyectadas entre US17 y US22 millones al año, de los cuales $19.000 millones entrarían a las arcas municipales.

Las empresas mineras y sus gremios anticipan estas cifras en los estudios de Impacto ambiental, en sus páginas web y en los publirreportajes a los medios de comunicación prepagos, y los gobiernos, expertos, empresarios, otros gremios de la economía, cámaras de comercio y periodistas las toman como ciertas y empiezan a hacer fiestas y pronósticos de un mejor mañana para todos.

Si eso fuera así, comunidades de la Guajira, Cesar, Córdoba, Chocó y el nordeste antioqueño vivirían como suizos o mejor.

La doble columna

Muchas autoridades y comunidades caen ingenuamente en la trampa de los ingresos que dejaría para el país y las entidades territoriales un proyecto que “reescribirá la historia minera del país”, unos porque aspiran a una tajada del millonario pastel, otros porque viven de ilusiones y no se imaginan de dónde proviene esas cifras que AGA extrae de su bola de cristal.

Las multinacionales mineras han enseñado al país y a los gobiernos a que la minería solo debe ser evaluada por la primera columna, la de los ingresos por impuesto de renta, las regalías y el empleo que generarán, y claro, como todos son beneficios, no faltan quienes salen a defender esa actividad desde su ignorancia.

Sin embargo, desde que una amplia investigación publicada por la Contraloría General de la República denominada “Minería en Colombia”, mostró que la segunda columna, la de los costos, es quizá más importante y cuantiosa que la primera, ya no les queda tan fácil engañar bobos.

Esa segunda columna contiene los costos ambientales, sociales y económicos en que el país incurre para lograr los ingresos de la primera columna; ese es el análisis que se debe hacer para evaluar integralmente un sector, cada vez más cuestionado por el balance neto negativo que resulta de enfrentar las dos columnas.

El discurso inflado de las multinacionales mineras, y específicamente de AGA, se vuelve añicos porque son las mismas cifras oficiales quienes se encargan de desnudar la cortina de humo y la bola de cristal. Para no ir muy lejos, veamos los resultados recientemente publicados por el DANE sobre el Índice de Pobreza Multidimensional del departamento de la Guajira y los municipios del área de influencia (área de sacrificio), de la mayor explotación de carbón de América Latina: Cerrejón.

INDICE DE POBREZA MULTIDIMENSIONAL (IPM) – DPTO DE LA GUAJIRA

DANE – ENERO DE 2020

Privaciones por variable RIOHACHA ALBANIA HATONUEVO MAICAO BARRANCAS DISTRACCIÓN
Índice de incidencia municipal 45,1 49,8 43,3 60 46,7 40,2
Analfabetismo 18,7 19,5 13,6 21,4 15 16,1
Bajo logro educativo 48,3 51,2 46,1 60,2 48,8 45,3
Barreras a servicios para cuidado de la primera infancia 4,9 5,7 5,3 4,8 3,9 3,8
Barreras de acceso a servicios de salud 4,5 2,3 3,5 2,3 1,9 3,3
Tasa de dependencia 45,2 53 55,3 56,3 52,3 54,6
Hacinamiento crítico 25,1 28,7 27,3 33,8 25,8 21,5
Inadecuada eliminación de excretas 38 38,5 23 53,4 24,4 20
Inasistencia escolar 7 5,5 6,9 9,1 4,7 5,2
Material inadecuado de paredes exteriores 14,1 7,4 4,1 21 15,6 2,6
Material inadecuado de pisos 26,6 34,1 35,2 38,2 34,8 26,5
Rezago escolar 23,7 24,4 20 25,3 22,5 16,5
Sin acceso a fuente de agua mejorada 23,8 21,6 18,3 52,6 31 6,7
Sin aseguramiento en salud 20,2 26,7 24,1 21,1 24 21,2
Trabajo infantil 2 0,9 1 1,5 1 0,8
Trabajo informal 89,3 83,7 88,2 95,3 89,2 90,8
Fuente: Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV 2018)

 

El IPM es un indicador de pobreza de las familias en relación con sus ingresos e identifica la carencias o privaciones de los hogares en cuanto de salud, educación, vivienda y nivel de vida. Familias con índices superiores al 33% son consideradas familias pobres y con múltiples carencias en las variables medidas.

Como observamos en la tabla anterior, todos los municipios del área de influencia de El Cerrejón tienen índices de incidencia que superan el 33%, es decir, que en una de las regiones más ricas en carbón del mundo (más de 30 años de explotación), la pobreza y la miseria predominan como un hecho apabullante en La Guajira y es la realidad misma la que desmiente el discurso de desarrollo y bienestar de la gran minería y de sus ventrílocuos en los gobiernos nacional y local.

Datos similares podrán ustedes encontrar en algunos municipios mineros de Antioquia (Remedios/Segovia), y en los departamentos de Cesar (Drummond/Prodeco), Córdoba (Cerromatoso) y Chocó. No entro, por falta de espacio, en otros aspectos que precarizan la vida de las familias en estas regiones, donde la agricultura y la industria prácticamente desaparecieron por efecto de la Enfermedad Holandesa. [2]

La situación de pobreza en estas ricas regiones mineras no es solo consecuencia de las falsas promesas de desarrollo y bienestar de las multinacionales del sector, también, y es justo reconocerlo, de la corrupción que se ha quedado con una parte de las regalías, de la ineficiencia del gasto en obras inconclusas y de la falta de Estado que por siempre mantuvo abandonada esas regiones.

La Bola de Cristal

¿Sobre qué base las multinacionales construyen sus promesas de impuestos y regalías? Vamos a verlo. Para poder hacer estas estimaciones, las empresas deben hacer maromas con dos variables: las reservas de minerales y una proyección de precios de largo plazo.

  1. Cálculo de las reservas estimadas / probadas.

Las compañías mineras cuentan con diversas técnicas para calcular las reservas mineras en un yacimiento, comenzando por la exploración sísmica, la perforación de pozos exploratorios y la extracción de corazones (pedazos de roca del área de interés) entre otros, para inferir las reservas de cobre, como en el caso de AGA, su calidad y tenor, y cuando obtienen información sobre la dimensión y geometría del yacimiento, avanzan en el cálculo de las reservas estimadas y probadas.

Si bien las compañías deben tratar de vencer la incertidumbre y los riesgos para evaluar la viabilidad del negocio, no logran certeza plena sobre sus inferencias y proyecciones. Ejemplos hay en el mundo de compañías que inflaron sus reservas para atraer inversionistas y luego, cuando debieron sincerar sus cifras, acuden a un portafolio de excusas, entre ellas, a declararse en quiebra.

Bien lo dicen los mismos mineros o petroleros: “solamente se sabe cuántas reservas probadas hay en un yacimiento, cuando se extrae el último barril de crudo, la última tonelada de carbón o la última onza de oro”, en este caso, de cobre.

El otro asunto es la veracidad de la información que las compañías entregan a la autoridad minera. La información de los Planes de Trabajo y Obras (PTO y de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) proviene de las mismas empresas, que son parte interesada en que el gobierno les de luz verde a sus proyectos, pero el Estado como tal no tiene información propia para cotejar la información de las empresas. Todo es un acto de fe.

  1. Precios futuros de los minerales

¿Pronosticó alguien en diciembre de 2019, que el coronavirus iba a paralizar la economía global en el 2020 y a obligar a millones de familias del planeta a confinarse para hacer frente a esa pandemia? Nadie.

¿Pronosticó alguien que los precios del crudo WTI, que estaban a US65 por barril en diciembre, cayeran a niveles negativos a mediados de abril de 2020 o que los precios del oro pasarían de US1.500 por onza a US1.760 en el mismo periodo? Nadie

¿Se atrevería alguien a pronosticar los precios del petróleo, carbón, oro y cobre para la próxima semana? No, es algo sencillamente imposible porque son muchas las variables que intervienen en la cotización internacional de bienes primarios.

El juego de la oferta y la demanda es importante en la determinación de los precios, pero también intervienen otras variables, desde la geoestrategia de las grandes potencias y las decisiones de las grandes corporaciones, hasta las guerras, amenazas, sanciones, conflictos regionales, acuerdos de precios entre carteles, huracanes en altamar, una huelga en los puertos o el mal carácter de Mr Trump o un jeque árabe.

De ahí, la enorme volatibilidad de las cotizaciones de este tipo de bienes en el mercado internacional y las dificultades que existen en el mundo real para hacer cualquier tipo de proyección.

Entonces ¿cómo puede AGA proyectar los precios del cobre para los próximos 21 años de operación? Con la bola de cristal.

Proyectar series históricas tampoco es acertado dado que fenómenos como el cambio climático, la crisis del post-Covid19, el reciclaje, la economía circular y nuevas escuelas económicas que insisten en el decrecimiento, impulsan cambios acelerados en los patrones de consumo de la humanidad entera y el cobre, aunque su demanda no desaparezca, su futuro y sus precios no dejarán de estar sujetos a fuertes oscilaciones, como los demás bienes básicos y como ha pasado toda la vida.

  1. Cálculo de los ingresos del Estado por Impuestos y regalías

Con cifras de reservas de cobre en el yacimiento y una proyección de precios, obtenidas en las condiciones antes comentadas, las empresas proyectan sus ingresos operacionales y los costos, y con ellas proceden a establecer las promesas de ingreso del Estado por impuestos y regalías.

Sus contadores proyectan las bases gravables de su declaración de renta para efectos tributarios y sobre ella calculan el impuesto a pagar. Desde luego, se trata de cifras astronómicas, pero que al final, además de especulativas, enormemente menguadas por los numerosos beneficios tributarios que les permiten reducir el monto del impuesto de renta a pagar.

Los mismo pasa con las regalías. La fórmula para determinar las regalías a pagar por parte de las empresas mineras es: volumen extraído x Precio Base Boca de Mina (PBBM) x la tarifa de la regalía.

De las tres variables utilizadas, una de ellas, la proyección del volumen de minerales extraído es incierta y el PBBM depende de los precios internacionales y su proyección también es absolutamente especulativa.

Ahora bien, saca pecho el doctor Felipe Márquez hablando de las regalías y de los impuestos municipales, pero no dice toda la verdad. Por ejemplo, no menciona en sus recurrentes publirreportajes que las empresas mineras deducen las regalías de sus impuestos de renta, y entonces lo que pagan por este concepto, lo recuperan por la vía tributaria, hecho que al final significa que se llevan nuestros recursos a precios de ganga.

Pese a que el Consejo de Estado dijo en un fallo del octubre de 2017 que las compañías no pueden deducir las regalías de los impuestos, pues es un evidente desacato al artículo 360 de la Constitución Nacional, las compañías mineras lo siguen haciendo, alegando que las regalías son un costo y que por tanto las pueden deducir de sus impuestos. Pero antes que un costo, las regalías son una contraprestación a favor del Estado por la explotación de unos recursos que se agotan y que hacen parte del patrimonio colectivo de los colombianos.

Tampoco dice el Márquez que los impuestos municipales que pagan las mineras también las descuentan de su impuesto de renta. Recordemos que uno de los regalitos del Ministro de Hacienda a todas las empresas del país en la última reforma tributaria dice:

“Es deducible el cien por ciento (100%) de los impuestos, tasas y contribuciones, que efectivamente hayan pagado durante el año o periodo gravable del contribuyente, que tengan relación de causalidad con sus actividades económicas, con excepción del impuesto de renta y complementarios”. Artículo 115 del Estatuto Tributario.

Significa que los impuestos por ICA, predial, a los vehículos, etc, de que tanto habla Márquez que pagarán a los municipios para que salgan de pobres, el doctor Carrasquilla se los devuelve al permitir su deducción. Esto sin hablar de las decenas de beneficios tributarios que las mineras utilizan para minimizar sus pagos de impuestos al país y que tienen un grave impacto en la balanza fiscal del país.

INDICADORES TRIBUTARIOS DEL SECTOR MINERO COLOMBIANO

Miles de millones de pesos corrientes.

 

Año 2014 2015 2016 2017 2018
Ingresos ordinarios (IO) 18.436 22.154 22.653 31.140 31.947
Impuesto a cargo 296 374 563 1.749 1.892
Beneficios Tributarios (BT) + INCR 1.879 3.997 1.935 2.363 1.290
Beneficios Tributarios + +INCR/Impuestos 6,3 10,7 3,4 1,4 0,7
2. Tasa Efectiva de Tributación (TET) 1,6% 1,7% 2,5% 5,6% 5,9%
Tarifa nominal ImpoRenta 25% 25% 33% 34% 33%

Cálculos propios a partir de la información de la DIAN.

(INCR: Ingresos no Constitutivos de Renta.

  1. Las compañías mineras pagaron $1,8 billones de pesos por impuesto de renta en el 2018. Ese monto equivale a menos del 2% del total del impuesto pagado por todas las empresas (personas jurídicas), del país, y no alcanza ni para cubrir el presupuesto del Ministerio de Minas y Energía.
  2. Por cada $100 pesos que las compañías mineras pagaron por impuesto de renta, el Estado dejó de cobrarles $70 pesos por beneficios tributarios.
  3. Gracias a los numerosos beneficios tributarios, las empresas mineras lograron reducir la tarifa nominal de ImpoRenta del 33% a una tasa efectiva de tributación del 5,9%.
  4. La menor contribución de las empresas mineras al fisco explica el reducido presupuesto del Estado para el gasto social y para la paz, de manera que ellas son también responsables de la inequidad y violencia que sacude a nuestro país.

En fin, hablan de cifras astronómicas, de fantasías, verdades a medias y discursos para atrapar bobos, pero es fundamental para los ciudadanos no dejarse llevar por la primera columna, debemos examinar los costos, los pasivos ambientales y sociales que le quedan al territorio, que están en la segunda columna, y que siguen siendo mayores a los beneficios, pese a los recurrentes publirreportajes.

[2] https://desdeabajo.info/colombia/item/39442-mineria-patron-de-crecimiento-y-finanzas-publicas-en-colombia.html

2 comentarios en «Impuestos y regalías del proyecto minero Quebradona ¿De qué habla Anglogold Ashanti?»

  1. [23/6, 7:33 a. m.] Germán Antonio Reino Cald: Esas maromas que han hecho dolosamente otras compañías mineras en Colombia y el mundi, no significa que AGA las haga porque hasta ahora nunca ha tenido una demanda por fraude y engaño en su historial minero. Es la segunda o tercera o en el mundo en explotación de oro y no se va a tirar por la borda su fama bien ganada.
    Va a entrar al mercado con un metal diferente al oro y tiene que posicionarse convirtiéndo a Quebradona en proyecto piloto en Colombia en explotación de cobre subterráneamente que nunca se ha dado. Gramalote también será proyecto piloto bien llevado técnica y ambientalmente por ser en este país el primero aurífero a cielo abierto.
    La explotación limpia es una se las banderas de AGA si no la principal para crear confianza perdida en la sociedad colombiana por las explotaciones ilegales aluviales destructoras del medioambiente.
    El columnista quiere condenar a AGA por los desaciertos de compañias mineras de media tabla hacia abajo generalizando y atentando contra el buen nombre.
    Gran parte de las regalías se quedaban antes en manos de la corrupción y era facilitada por normas laxas y por poco control de los ministerios públicos. Se ha mejorado en esa materia y ahora hay más control y habrá más inversión social de las regalías.
    Bien sesgado el colunista hacia la desinformación. No es la primera columna periodística de ese estilo.

  2. Es claro el mensaje y la idea que propone, es externa de las empresas mineras, las empresas aportan para el desarrollo más no son los ejecutores, los recursos minerales están ahí, nadie los va ha mover, es un deber de los Estados aprovecharlos de la mejor manera. Los gobernantes en Colombia son corruptos desde la cuna, entonces lo que hay que debatir no son los procesos de beneficio y demás… Es la forma de regulación.

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